Volvemos con nuestra cita quincenal en este oh! glorioso blog. Ya que el frío nos va dejando poco a poco, os propongo decirle hasta la vista con un buen plato de cuchara. Las lentejas pueden ser algo aburrido, o puedes disfrutar como un enano de un gran guiso. Como espero que se note, soy más de lo segundo. Muchos cocineros que defienden la tradición dicen que alguno de los que solo piensa y cocina en vanguardia no sabría hacer unas buenas lentejas. Puede que haya algo de cierto en esa afirmación. Yo tengo muy clara la importancia de un buen puchero. Y en algo tan fácil (o tan difícil) como poner un montón de ingredientes en una olla, es muy importante el cariño para que el resultado final brille con luz propia.
En nuestra receta de hoy es muy importante el principio y el final. Daremos un buen fondo a nuestras lentejas con un potente sofrito, y las remataremos con una picada de anacardos y cilantro.
Comenzamos ya, estos son los ingredientes para 4 personas:
2 patatas medianas
1 zanahoria
½ pimiento rojo
1 cebolla roja
1 cebolla blanca
3 dientes de ajo
150gr de chorizo
200gr de panceta ibérica
150gr de butifarra negra
150gr de butifarra blanca
50gr de anacardos
10gr de cilantro
1 hoja de laurel
4 clavos
1 pizca de comino
1 pizca de pimentón dulce


A continuación vertemos el agua en una proporción de 2’5 partes por 1 parte de lentejas. Es decir, si hemos puesto 400gr de lentejas, usaremos un litro de agua, si te gustan caldositas, añade 3 partes de agua. Hemos elegido las lentejas pardinas porque son realmente cómodas y agradecidas. No hace falta ponerlas en remojo, y además su cocción es realmente corta si las comparamos con otras legumbres.
El guiso está en marcha, hemos bajado el fuego de alto a medio, así que te puedes poner un disco y una copita de vino de tinto para ir calentando motores. Tienes entre 40 y 45 minutos para que estén hechas.
Ya solo nos queda preparar la picada. Ponemos en el mortero los anacardos, un diente de ajo sin el germen, una pizca de comino, otra pizca de pimentón dulce, sal, cilantro, un poco de aceite y majamos a conciencia. Esta picada le va a dar tonos de sabor al guiso tradicional y un toque crujiente. Podéis substituir los anacardos por cualquier fruto seco de vuestro agrado y si no sois fans del cilantro, podéis usar perejil tranquilamente. Añadimos a las lentejas unos minutos antes de apagar el fuego y removemos suavemente. Cuchara. Y ñam!
No hay comentarios
Publicar un comentario