Ayer domingo aprovechamos para hacer una escapadita a una de las zonas más especiales de Mallorca. La Serra de Tramuntana es sin duda un lugar mágico donde perderse y más en esta época del año que ya no hay tanta gente, la luz es maravillosa y ya no hace tantísimo calor.
Lo pasamos genial pero el que más disfrutó fue Sr. Petit. Cogió piedras como si de tesoros se trataran, alucinó con los ciclistas que pasaban en pelotón por la carretera, fue la alegría de todas las señoras que iban repeinadas a la misa de las 11, y hizo algún que otro amiguito peludo.
Nosotros flipamos con el cielo y el mar que nos regalaron unas estampas como estas. Además pasamos una preciosa mañana en familia.



Pero sobretodo, nos perdimos por las maravillosas calles de Banyalbufar, descubriendo rincones únicos los tres juntos. Sin duda alguna los domingos así son domingos redondos e ideales para coger fuerzas para la semana.




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