2 años en casa


2 años ya. 
Y parece que fue ayer cuando llegábamos a casa después de los días más difíciles de nuestras vidas. Esos 34 días en los que la maternidad y paternidad llegó por sorpresa antes de tiempo y no fue como esperábamos. Esos 34 días de luz fluorescente, camillas, incubadoras, y sillas reclinables. Esos 34 días en los que los pitidos de los monitores y las prisas de los médicos y enfermeras de la UCI hacían que cada dos por tres nuestro corazón diera un vuelco del susto. Esos 34 días en la sala de lactancia, aprendiendo a (no) dar el pecho, a sacarme la leche para que te la pudieran dar por sonda naso gástrica. Esos 34 días horribles pero a la vez los más bonitos y inolvidables de nuestras vidas.
Pues si. Hoy hace dos años que te dieron el alta y  nos fuimos todos juntos a casa. 















Después de una dura lucha y de enseñarnos tantísimo solo con gestos, por fin pudimos sentir lo que era llegar a casa contigo, presentarte a Ava, tumbarte en la cuna y mirarte durante horas. Y si, estábamos felices pero teníamos un miedo atroz a que algo pudiera pasarte. Porque cuando sales de la UCI y dejas de oír los pitidos y de ver las luces de los monitores te aparecen sentimientos contradictorios. Porque en casa ya no hay enfermeras, ni médicos, ni monitores ni nada ni nadie que pueda correr en caso de necesidad;  bueno si, estábamos nosotros, pero con tanto miedo que parecíamos dos pollitos entre tiburones. 

Y una vez en casa empieza la soñada aventura, y aunque con varias visitas semanales al pediatra, al hospital, al fisioterapeuta, al neurólogo... Arrancamos lo que sin duda fue y está siendo la mas fantástica de todas las aventuras jamás vividas. El despertarnos juntos cada día, algunas veces contentos, otras no tanto, pero juntos al fin y al cabo. Y desde hace poco, con la llegada de la pequeña Srta. Acróbata, aún más juntos y más apretados pero aún más felices. Y veros juntos, y verte mirarla, abrazarla, acariciarla y quererla tanto, nos hace el corazón más grande cada día. Y damos gracias por estos dos años y 34 días juntos, y por muchos más amor mío.

T'estimem petit samurai!! T'estimem fins a la lluna d'anada y tornada! 


PD: la idea de las fotos la he sacado de la fantástica serie de fotografías sobre prematuros que hizo el fotógrafo canadiense Red Methot. Podéis ver su trabajo en el link. Sin duda un gran reportaje y un estupendo ejemplo de superación de estos grandes luchadores. 


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3 comentarios

  1. Off cuanto sentimiento y cuanta verdad en tu palabra. Me llevaste de nuevo a mis 62 días felices y tristes. Enhorabuena al gran campeón y los que lucharon con el

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    1. Muchas gracias preciosa. Me alegro que te haya llegado el post. Un abrazo <3

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  2. Enhorabuena por estos años, es conmovedor la verdad. Mi hijo nació hace 14 meses y es increíble cómo el sentimiento de maternidad te acerca a personas que han pasado por situaciones difíciles como la que describes. Me alegro de que haya ido todo bien!

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Maira Gall